La Nación: Assumpta Serna: la actriz española explica cómo las estrategias de actuación pueden ayudar a brillar
21/04/2025
| 7 visitas
La actriz española, autora de libros junto con su pareja Scott Cleverdon, explica cómo las estrategias de actuación pueden ayudar a brillar e invita a trasladar estos conceptos a la cotidianidad
Sor Juana Inés de la Cruz, la religiosa y escritora considerada voz clave del Siglo de Oro de la literatura en español, solía decir que “con entendimiento se suple todo”. Fue la catalana Assumpta Serna quien se puso en la piel de la monja en Yo, la peor de todas, de María Luisa Bemberg en 1990. Prolífica actriz y profesora de interpretación, vivió en Barcelona, París, Nueva York, Los Ángeles, Londres, Buenos Aires y Madrid, habla seis idiomas, ha hecho más de 100 películas y casi 50 programas de televisión. Hoy comparte su vida con el actor escocés Scott Cleverdon. Ambos, para la escuela que lidera, han lanzado Monólogos para protagonistas, un libro que invita a “dejar de ser actor de reparto”.Los padres de Assumpta trabajaban ambos en Phillips, se enamoraron a través del sonido de las tuberías a los 13 años. La hija heredaría mucho de la vanguardia de su madre. “En la primaria –cuenta– competía con los niños, no con las niñas”. Fue una adolescente muy llorona y amante de la lectura. “Era apasionante”, dice. A sus padres no les gustaba la actuación, aunque al menos su madre le permitió usar el apellido. “Toda mi vida ha estado cargada con la responsabilidad de demostrar que mi profesión era posible hacerla como servicio a los demás, sin egoísmo, con empatía y cordura”. Qué es la caminata afgana: el ejercicio que con poco esfuerzo mejora la resistencia y la capacidad respiratoria–¿En qué momento sintió que se había liberado del mandato familiar?–En ningún momento durante mi juventud. Quizás cuando, a mis 40, empecé a dedicarme a mirarme en el espejo, volviendo a escoger la profesión solamente por la vocación que sentía, sin rebeldía. Mi introspección me costó dos años, cortando al mundo de mí misma –por cierto, todo esto fue en Buenos Aires– y volví a elegir todo, poco a poco. Curiosamente escribí un libro en mi salida (1999) y a partir de ahí no tuve la ansiedad de interpretar. La vida se hizo redonda y bonita porque pude amar de verdad. Encontré de nuevo al verdadero amor de mi vida, Scott Cleverdon. Juntos, empezamos a encontrar la belleza de ser agradecidos con lo que aprendimos de otros y teníamos ganas de compartir nuestras pequeñas victorias formando a otros.–Existe siempre esa idea del huevo o la gallina: para una profesión, ¿se nace o se hace?–La vocación por comunicar, en mi caso, la pasión por descubrir otros mundos en la página, sentirte satisfecho porque entre todo un equipo ha salido una toma, no lo tiene quien no tiene vocación. Ser actor es algo más que repetir palabras de otros; es vivir lo que te propone un texto con total compromiso y, con ello, tener la oportunidad de ser un poco más sabio, más rico en experiencias, más rápido en conectar con tus propias emociones, en ser empático con los demás. Es una profesión bellísima si la tomas como un hacer y deshacer continuo. Nunca estás hecho, siempre estás haciendo, aprendiendo, sumando. La vida tiene mucho sentido si la vives como un actor que se pregunta, duda y reflexiona.–Vivió en ciudades muy disímiles en términos culturales. ¿Supuso una experiencia parecida o existen “intervenciones culturales” propias del sitio en el que se vive? Se hace “a la manera de…”–Creo que las intervenciones de quienes nos dedicamos a la cultura deben estar siempre influenciadas por nuestro contexto. Hay patrones que se repiten porque funcionan. Pero siempre me ha gustado probar y ser diferente, de hecho todavía hoy me siento y me lo dicen: soy distinta. Scott también lo piensa. Aquí ya me lo creo más…. El hecho de no tener hijos, de haber sido pionera en muchos campos, el haberme reinventado como profesora, ahora como escritora, mi pasión más personal de pequeña, son caminos en los que me comprometo ahora conjuntamente con Scott. Es una gran ayuda cuando haces proyectos con tu pareja. El trabajo, adquiere un sentido distinto del que tendría si estás solo, en una empresa. –¿Cómo surgió la idea del libro? Más allá de para quién es y qué busca, personalmente, ¿por qué lo hizo?–Ahora me apasiona escribir. Con toda la excitación de una página en blanco, me parece que lo que está escrito por uno genera un diálogo íntimo con el espectador. Actuando, puedes opinar más del mundo del escritor. Siendo escritor, no tienes opinión sobre tu propio libro, simplemente eres un poco o mucho lo que has escrito.–Los psicólogos coinciden en que este es un tiempo de escaso manejo de las emociones, los actores hacen malabares con ellas. ¿Cree que ese impacto de la conducta personal se refleja en la interpretación?–Pues tiene muchas ventajas ser actriz/actor. Sobretodo el reinventar la vida cada día. Puedes decidir, elegir lo que quieres hacer y ser. Las emociones llegan como resultado, como plus si quieres, pero no es el objetivo. Como en la vida, siempre hay alguien que quiere algo (acción) que no puede obtener (conflicto). El equilibrio o desequilibrio entre acción y conflicto es lo que da un resultado, pero nunca hay que perseguir el resultado, sino vivir el camino. El actor está más conectado con sus propias emociones. Sabe o debería saber lo que le toca profundamente, lo que le irrita, lo que le motiva, porque tendrá que buscar primero en él para que su actuación sea personal y creativa.–Otro de los hitos que se destacan como típicos de las nuevas generaciones es la ausencia de compromiso. Vínculos volátiles, interés superficial… ¿cómo percibe esto?–Necesitas pasión y entusiasmo, constancia y determinación para actuar. Pero esto también es para andar por la vida. No puedes permitirte estar desmotivado. Si no traes esas actitudes contigo, ningún profesor, mentor ni director te las puede proporcionar. No estás en un sitio para que acaricien tu ego. Eres un guerrero, un soldado. “Hay que cruzar la línea”, que significa atreverse a alcanzar un punto imaginario donde no hay garantías ni posibilidad de retorno. Es un lugar peligroso, de riesgo, donde la acción que elegimos en nuestra imaginación se vuelve real. –¿Qué carencias evalúa en las nuevas generaciones? ¿Cree que la idea de estancarse en “actor de reparto” que esboza en la obra se debe en parte a esto?–La falta de coraje reside en que muchos ven la profesión como un derecho. No, hay que luchar por ello, como todo en la vida. No es fácil mantenerse, encontrar placer en la inseguridad. El actor debe sentirse siempre protagonista, aunque solo digas buenos días. Solo así estarás al máximo de tus posibilidades. Las carencias que noto en las nuevas generaciones son las mismas que cuando yo empecé: la falta de coraje, el buscar una seguridad, el pensar que pueden llegar por un camino rápido… Es necesario saber por qué elegiste tu camino. De lo contrario, este te pasará factura.La fruta poco popular que combate la acidez y es rica en fibra–Sus primeros pasos en la enseñanza se dieron dando herramientas para hablar en público.–Así es. Porque yo tenía dificultades para hacerlo. Tengo recuerdos de haber sufrido muchísimo en un evento junto a Luis García Berlanga. Él me superaba largamente. Estábamos juntos en una conferencia para la cual me había preparado muchísimo, llevaba conmigo decenas de hojas y, sin embargo él llegó y lo único que pidió fue hablar en último lugar. Me di cuenta de que la organización para hablar venía por otro lado. Aprendí ese truco. Yo hago ese mismo pedido ahora, porque al escuchar a los demás retengo lo más importante y puedo dar mi versión de ello. En cambio, Scott sostiene que el objetivo no es hablar mejor, sino pensar mejor. Siempre me ha gustado compartir mi experiencia porque sé que puede ayudar a otros. La cámara es un detector de mentiras y verdades, es el espejo a dos caras que permite percibir cómo transmites tu compromiso con el mensaje y con el público. Es el mejor instrumento para perfeccionar la comunicación. –¿Recomienda armar una estructura? –Creo que depende de tu propia estructura en la cabeza: si vienes de una educación de escuela privada la tienes aceitada desde la infancia y, al prepararte, te haces preguntas como el modo de llegar al meollo del asunto, o qué titular van a sacar de mi discurso. Son estrategias valiosas para empresarios o curas…De hecho, he dado formaciones para difundir mejor la palabra de Dios, no te lo pierdas. Porque hay un miedo generalizado de que la palabra de Dios quede en segundo plano.–Cuénteme de su labor en YouTube. No ha tenido miedo de saltar a una plataforma posmoderna… –Me encantan las redes sociales. Uso mucho YouTube y Linkedin, aunque no uso Instagram: es mi asignatura pendiente. Las redes son positivas si piensas antes de escribir. Y sirven muchísimo para entender mejor al público. Estamos viviendo en una época maravillosa, con grandes ventajas y grandes inconvenientes. No me parece que antes se vivía o se trabajaba mejor. Acepto los cambios como la aparición de la inteligencia artificial con verdadero entusiasmo, porque no sabes donde una revolución de costumbres va a llevar a la humanidad. Me parece apasionante.
galería de fotos (0)
galería de videos (0)
galería de audios (0)
No hay fotografías cargadas.
comentarios de la gente
Todavía no hay comentarios. Escriba el suyo.
noticias similares sobre la nación
Murió el papa Francisco, a los 88 años
El santo padre falleció a las 7.35, hora de Roma, tras varios episodios que deterioraron su salud en los últimos meses; ayer fue su última aparición pública, cuando impartió la bendición pascual “urbe et orbi” en el Vaticano
»
Leer más...